Ante la finalización de la moratoria concursal, las empresas que pasan por dificultades económicas pueden encontrar una solución acudiendo a la restructuración empresarial a fin de garantizar la continuidad del negocio y la salida de la posible insolvencia de la sociedad.
Pero la reestructuración empresarial no es solo un proceso que permite a las empresas reconducir una situación de sobrendeudamiento y evitar con ello el cierre de la sociedad. Sino que también es eficaz para generar mayor competitividad, expandirse, optimizar su estructura y recursos y con ello alcanzar mejores resultados.
En términos generales la reestructuración empresarial es el proceso de transformación de la empresa que le permite adaptarse a nuevos modelos empresariales con el objetivo de mejorar su competitividad y garantizar su funcionamiento presente y futuro. La reestructuración empresarial puede atender necesidades de las empresas de lo más diversas como la financiación corporativa, la financiación de adquisiciones, la concesión de crédito a empresas en situaciones especiales o la refinanciación de empresas en crisis, en otras.
Toda reestructuración empresarial resulta compleja y requiere pasar por cuatro fases principales: primeramente una fase inicial de conocimiento y análisis detallado de los aspectos operativos, financieros y estratégicos de la empresa y de su sector de actividad; una segunda fase de planificación de la reestructuración donde marcar los objetivos y elaborar el plan para su consecución incluyendo el establecimiento de las herramientas necesarias para valorar el cumplimiento posterior de estos objetivos, siempre teniendo presente las implicaciones legales y fiscales de la operación; en tercer lugar el proceso de estructuración financiera donde se consigue la solución óptima y adaptada a las circunstancias de cada cliente y finalmente la fase de seguimiento a fin de verificar el cumplimiento de los objetivos establecidos con la reestructuración, mantener los resultados obtenidos, conseguir desarrollar y mejorar el negocio y en definitiva, asegurar la viabilidad futura de la empresa.
Además, previsiblemente este segundo semestre de 2022, se aprobará el Proyecto de reforma de la Ley Concursal que refuerza los instrumentos preconcursales y las medidas de prevención de la insolvencia de las sociedades, crea los planes de reestructuración y favorece la compraventa de unidades productivas. Todo ello, generará nuevas oportunidades de reestructuración y refinanciación de las empresas.
En RATING10, somos especialistas en el asesoramiento a empresas dándoles apoyo en todo tipo de procesos de reestructuración, siempre adaptados a su situación y necesidades. Si deseáis más información, no dudéis en contactar con nosotros.